Desde Mont-Roig del Camp, cogemos el camino viejo de la Ermita, acercándonos a la montaña de la Areny. Antes pasaremos por el aro de los Ángeles, utilizada para engañar a los niños haciéndoles creer que se oyen cantar los ángeles.

Llegamos al cruce del camino de los Carlins, dirección a Vilanova d’Escornalbou. Tenemos dos opciones de ruta, ambas van hacia las Escalas del Diablo que permiten subir en lo alto del Areny, disfrutando de espléndidas vistas y de las formas caprichosas de la roca.

La ermita de la madre de Dios de la Roca y la de San Ramón están situadas sobre un promontorio de roca roja de 292 metros de altitud sobre el nivel del mar, su situación la hace un mirador excepcional de la Costa Dorada. Es precisamente esta montaña roja la que da origen al nombre del pueblo de Mont‐roig. La ermita de San Ramón, un cubo cuadrado situado en lo alto de la cumbre y de blancas paredes, destaca sobre la rojez de la roca y el moratón del cielo, sirviendo todavía hoy en día para orientar los marineros y hacerlos llegar a buen puerto.

Siguiendo el resbalón del “rey moro”, bajaremos por el camino empedrado para reencontrar el camino viejo, hasta Mont‐roig.